Una de las grandes máximas de la moda es que no incómoda, precisamente porque cada colección de moda, ya sea «ready to Wear», «Haute couture» o «Cruise» como las que presentan las más famosas casas de moda, o las que presentan las grandes cadenas, en cualquier parte del mundo nos da un mensaje y a veces nos sentimos tan bien con ese mensaje que lo llevamos en nuestro cuerpo como si fuera una armadura, porque nos representa. Como este tema es tan extenso y tiene varias aristas, para el beneficio de este escrito me enfocaré en la moda en México y como la nueva tendencia es volver a las raíces.
Vivimos en un mundo ampliamente globalizado y uno de los países más expuestos a este fenómeno es México, quizá por su cercanía con Estados Unidos, vive más de cerca los cambios de tendencia en cuestiones de vestuario y accesorios. Sin embargo, en todo el mundo hay un movimiento a volver a lo hecho a mano, hecho en casa y con las imperfecciones que eso conlleva. Como se traduce ese movimiento al vestuario, una de las formas en que más palpable se ve, es la prenda oversize. Chaquetas en materiales de Jean, cuero, mezclilla con hombros caídos y gran volumen, hacen que la prenda se vea más grande. Como si fuera prestada o heredada de un familiar.
Otra forma en que vemos esta tendencia, es el manejo de los cueros en colores metalizados, más que brillantes como si tuvieran un tono oxidado, con un dejo de tierra en la coloración. Para lo cual se usan técnicas industriales que dan ese acabado o artesanales, como las usadas en diferentes poblaciones indígenas a lo largo de toda Latinoamérica. Actualmente vemos diseñadores emergentes usar cada vez más estas últimas. La paleta de color que marca esta tendencia se ve en colores cafés, pardos, azul, gris, verde oscuro o musgo, cobres y terracota.
El denim cobra una importancia muy grande, aunque desde que llegó esta tela no ha dejado de ser popular, por su versatilidad y duración. Actualmente los pantalones más cómodos y funcionales son un par de jeans e incluso ya son tendencia en botas. Nada más ver a Jenifer López salir en un par de botas anchas en denim, para que se pusieran en furor. Sin embargo, en esta tendencia el denim llega en su clásico color azul índigo sin lavados ni tratamientos, como se usaba en los años 30.
También encontramos imperfecciones en las telas logradas de manera intencional, para hacer ver que la prenda fue hecha a mano, como decoloraciones y diferencias en los tejidos. En zapatos vemos una gran variedad de calzado sin talón y con trabajo en tejido artesanal, fibras naturales o parecidas y estampados que tienen que ver con la naturaleza. El tejido de punto con fibras muy abiertas se verá en la decoración de carteras y zapatos.
Con este recuento de la tendencia de volver a las raíces que vemos en México, quería mostrarles, como una tendencia permea todos los aditamentos que usamos en nuestro vestuario, desde ropa hasta los accesorios con los cuales combinamos para lograr un look.
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