Ciertos hábitos que consideramos insignificantes pueden llegar a ser dañinos para la salud y pueden dejar consecuencias a largo plazo.
- Comerse las uñas, este es un hábito muy común sobre todo cuando nos enfrentamos a situaciones de estrés o ansiedad, no causa un daño per se pero puede traer infecciones o gérmenes, aunque te laves las manos todo el tiempo siempre vas a acumular mugre en las uñas lo que te hace propensa a una infección que puede afectar la salud. Una buen truco para evitar este hábito es pintar las uñas así sea con brillo, incluso puedes hacerte la manicura con gel que dura hasta 2 semanas.
- Escuchar música a todo volumen con audífonos, según un estudio practicado en Bélgica una sesión de 60 minutos de cardio en el gimnasio a todo volumen puede causar daño a los oídos a largo plazo. Lo mejor para evitar quedar sorda es usar audífonos que bloquean el sonido exterior así no tienes que subir mucho el volumen.
- Frotarse los ojos, este hábito puede subir la presión de los fluidos que humectan los ojos y es un hábito casi inconsciente más cuando estamos cansadas o mirando fijamente por mucho tiempo la pantalla del computador. Cuando nos frotamos los ojos constantemente a largo plazo se pueden desarrollar problemas asociados con presión intraocular, miopía o en el peor de los casos glaucoma. Para evitar este hábito y verte más bella usa bastante pestañina -o mascara- y sombras, así pensarás dos veces antes de frotarte los ojos para no dañar el maquillaje y evitar verte como una estrella de heavy metal de los ochentas, también puedes usar gotas para la resequedad.
- Usar los mismos lentes de contacto por más de tres meses, según estudios realizados en el 2011 el 67 por ciento de las personas que usan lentes de contacto lo utilizan por más del tiempo recomendado, aunque sean cuidadosos con la limpieza siempre se pueden contaminar con lípidos, proteínas o el medio ambiente. Al usar lentes de contacto desechables es importante usarlos por el período de tiempo recomendado por el oftalmólogo o el fabricante, ya sean medicados o cosméticos. Cámbialos regularmente para evitar enfermedades como la conjuntivitis o incluso daños en la córnea, sino te acuerdas de cambiarlos pon un recordatorio en tu calendario.
- Caminar en tacones altos todo el día, aunque nos veamos divinas los tacones pueden llegar a ser un enemigo, no solo maltratan los pies sino que interrumpen el flujo sanguíneo en las piernas lo que causa arañitas y vena varice, también puede alterar cómo caminas por el esfuerzo que hacen los músculos y tendones. La manera de lucir bien protegiendo tus piernas es buscar zapatos con plataforma para distribuir mejor el peso y al final del día masajea y consiente tus pies para aliviar la tensión.
- Comer rápido, muchos estudios relacionan comer rápido con la obesidad debido a que el cerebro se demora 20 minutos en registrar la saciedad; aunque es cierto que el tiempo es la nueva moneda y entre menos nos demoremos comiendo podemos hacer más cosas en un día, es mejor tomarnos nuestro tiempo disfrutando una deliciosa comida que comer más de la cuenta, para lograrlo, mantenernos bellas y lucir nuestras curvas el truco está en comer masticando cada bocado por lo menos 25 veces, al principio no es fácil pero acuérdate que solo toma 21 días formar un hábito.
- No dormir bien, el insomnio o dormir menos de 7 horas aumenta el nivel de ansiedad, lo que lleva a comer más de la cuenta. Para restablecer el sueño puedes tomar una aromática de Tila o valeriana y establecer una hora para apagar todo.
- Permanecer sentado mucho tiempo, además de dañar la postura aumenta el riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes tipo 2, cáncer y embolia pulmonar, incluso aumenta el tamaño de las células grasas. El mejor remedio es tratar de moverse al máximo, cualquier tipo de movimiento sin importar cuán pequeños sean, hacer otra actividad que no sea estar sentado durante dos horas en el día puede reducir el riesgo de diabetes en un 12 por ciento según estudios clínicos.